Cooperación

EDEX: 30 AÑOS COMPARTIENDO EXPERIENCIAS


Fue en 1994 cuando pusimos en marcha nuestro primer proyecto en el marco de la Cooperación Internacional al Desarrollo. Desde entonces,  continuamos sin interrupción hasta sumar 138 proyectos, realizados en 17 países de Latinoamérica y el Caribe, con 47 entidades amigas. Un camino recorrido durante 30 años, que hemos dado en llamar Alianza Salud, Educación y Desarrollo.

En el transcurrir de estas tres décadas, los proyectos, educativos en su mayor parte, han contribuido a la formación de más de 90.000 agentes de Educación y Salud, e impactado directamente sobre una población cercana a 1.500.000 niñas, niños, adolescentes y jóvenes, así como a más de 265.000 familias.

La historia comenzó en 1992 en Guayaquil, Ecuador, con ocasión del taller en el que participaron organizaciones especializadas en drogodependencias de la Región Andina. Celebrado en el marco de un programa de cooperación auspiciado por la Comisión Europea, EDEX acudió como invitada para impartir una sesión sobre Elaboración de materiales para la prevención.

Debió de resultar interesante nuestro enfoque, tan alejado de la "guerra contra las drogas" como centrado en la educación para la vida como estrategia para afrontar tal desafío, al punto que ese mismo año la organización peruana CEDRO, aplicó de manera experimental el programa La Aventura de la Vida, creado por EDEX y aplicado en el País Vasco desde 1990. El mismo, había sido distinguido en Londres con motivo de la I Semana Europea de la Prevención, y un año antes recibido uno de los Premios Reina Sofía en materia de prevención escolar de las drogodependencias.


No fuimos, nos encontramos

Este fue el modo en que se inició, en muchos casos, la relación con nuestras contrapartes en el Sur, después de que éstas se interesaran en aplicar programas para la promoción de hábitos saludables entre escolares, con énfasis en prevención de las drogodependencias, desarrollados por EDEX, al entender que, convenientemente adaptados, encontraban sentido en el seno de sus comunidades.

En efecto, la Cooperación al Desarrollo no fue un propósito fundacional. Nacimos hace casi 50 años para promover el bienestar de niñas, niños y adolescentes en nuestro entorno más cercano,  y una década después nuestro trabajo se amplió, de la mano de organizaciones amigas y administraciones públicas, al conjunto del País Vasco y al conjunto de España. Andando el tiempo, encontramos sentido a hacerlo, también, en Latinoamérica, algo que no resulta extraño tratándose de vascos.

Cooperación al Desarrollo, en nuestro caso entendida como un camino de doble vía, en el que se aporta y se recibe, en el que se enseña y se aprende, en el que permanentemente se lleva y se trae. Un camino en el que no sólo se construye lo de “allá”, pues lo de “allá” sirve, también, para construir y reconstruir lo de “acá”.


Alianza Salud, Educación y Desarrollo

A lo largo de estas tres décadas, hemos colaborado con decenas de ONG de muy diverso tamaño, recorrido, filiación y ámbito de trabajo. En lo que se refiere a este último aspecto, si bien durante los primeros años nos relacionamos con organizaciones orientadas hacia el fenómeno de las Drogodependencias y su prevención, como Cedro en Perú, Seamos y Cese, en Bolivia, Fundación Faro, Corporación Caminos, Corporación Surgir y Niños de Papel, en Colombia, o Pam-Drogas Iquique, en Chile, pronto el abanico se amplió a otras con énfasis en lo Comunitario, como la dominicana Casa Abierta, o a las que se desempeñan en Educación, como Fe y Alegría Venezuela y Colombia,  Salud, como Proinapsa-UIS, o Comunicación, como sucede con la Asociación Mundial de Radios Comunitarias-ALC, y aún a gobiernos, como es el caso de la República de Cuba.

De igual modo, a los primeros desarrollos en los países de la Región Andina, que también compartimos con organizaciones como Vivir, en Venezuela, con Fundación Ayuda, en Ecuador, y con la peruana CEPESJU, le sucedieron proyectos con otras en el Cono Sur, como las argentinas Anpuy, Convivir, Fundación SES, Programa Cambio y la AEA, la paraguaya Prever o las uruguayas El Abrojo y Puente al Sur, así como de Centroamérica (Cruz Blanca Panameña, Fundasalva, Vida y Sociedad, Grupo Coordinación de Drogas y Casa Alianza), el Caribe (Casa Abierta y Gobierno de Cuba) y México (Fundación Comunitaria El Bajío, Fundación Comunitaria Querétaro, Sistemas de Información para la Seguridad Humana y Saber Se. Por otra parte, al partenariado con ONG sumamos la colaboración directa con la Organización Panamericana de la Salud, OPS y  gobiernos locales y nacionales, como el de la República de Cuba, desde 1997.

Proyectos centrados en el fortalecimiento institucional de las organizaciones y la formación de agentes de educación y de salud comunitaria para la más adecuada aplicación por su parte de programas educativos que buscan anclaje en las políticas públicas y grandes impactos. Programas orientados al entrenamiento en Habilidades para la Vida de niñas, niños y adolescentes para un mayor empoderamiento, que atienda al cuidado de uno mismo, de las demás personas y del entorno; con un marcado enfoque de derechos y énfasis en Salud sexual y reproductiva, Prevención de las drogodependencias, Género o Convivencia,  según el caso; y con frecuencia articulados alrededor de los programas Cuentos para conversar, La Aventura de la Vida, Órdago y Retomemos, algunos de ellos creados y recreados desde ambos lados, cuando no desde “el Sur”.


El trabajo en red

Si bien los proyectos realizados en el marco de la Cooperación Internacional acostumbran a ser bilaterales, en ocasiones hemos logrado desarrollarlos a un tiempo con varias ong de un país, consiguiendo no solo mayor impacto sino importantes aprendizajes, también en términos de desarrollo institucional. De igual modo, el hecho de trabajar colaborativamente organizaciones muy diversas, en realidades igualmente diferentes, tanto en España como en varias regiones de Latinoamérica, y hacerlo en torno a un mismo programa, nos proporcionó una formidable plataforma para el aprendizaje.

En efecto, desde el primer momento actuamos en red, si bien ésta no se formalizó como Red iberoamericana de educación sobre drogas hasta 1998, en el curso del II Seminario Iberoamericano La Aventura de la Vida, celebrado en Bilbao. El primero de ellos,  que nos reunión en 1996, en Medellín, tuvo continuidad en España, Guatemala, Bolivia y Ecuador, hasta un total de once citas. Seminarios que nos permitieron no solo avanzar en cuestiones como la evaluación, el papel de las madres y padres, la formación de las personas docentes, la revisión de los materiales didácticos o el funcionamiento de la propia Red, y de este modo mejorar el programa que compartíamos y que cada quien recreaba, sino forjar sólidas relaciones personales e institucionales.

La Red Iberoamericana de ONG que intervienen en Drogodependencias (RIOD) es otro de los espacios de colaboración en el que participamos desde su creación, en 1999, cuando EDEX fue elegida para formar parte de su primera Junta Directiva, en la que asumió responsabilidades en las áreas de Secretaría y Comunicación, hasta el año 2018. Fue gracias al impulso de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas de España y al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional,  que ONG de 19 países articulamos este espacio de encuentro e incidencia política.


La Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida

Como no podía ser de otra manera, dada la naturaleza de los programas compartidos, han sido muchas las ocasiones en las que nos hemos encontrado en torno a la formación, la cual ha evolucionado en sus acentos, dirección y formato. En efecto, las drogodependencias y su prevención fueron dejando espacio a otros asuntos, como la comunicación educativa, la equidad de género, la salud sexual y reproductiva, la promoción de la convivencia o las Habilidades para la Vida.

De igual modo, cambió el sentido en el que caminábamos al encuentro por el sendero que juntos habíamos abierto. Si al inicio de la primera década, la mayor parte de las pisadas se orientaban en dirección Norte-Sur, a partir de la segunda la relación fue más bidireccional, primero, y en sentido inverso más adelante. No podía ser de otra manera, habida cuenta de que el enfoque que despertaba nuestro interés de manera creciente desde que en 1993 fuera impulsado por la Organización Mundial de la Salud, Habilidades para la Vida, contaba con un apreciable recorrido por parte de la OPS como de profesionales de algunas de las organizaciones con las que veníamos trabajando. 

También hemos avanzado en lo que se refiere a los formatos en los que tiene lugar este diálogo de saberes. A los Talleres, desplegados en decenas de ciudades en todas las regiones de Latinoamérica, los Encuentros, como el I Encuentro Vasco-Colombiano de Educadores para la Prevención del uso indebido de Drogas celebrado en Medellín, los Seminarios, como los once aludidos en torno a La Aventura de la Vida y los Seminarios Iberoamericanos sobre HpV, se añade la Formación on line, y la apuesta por las HpV de los últimos veinte años cristaliza en la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida.


El apoyo de las administraciones públicas

En algunos casos, la colaboración resulta suficiente con recursos de las respectivas organizaciones, si bien la mayor parte de los proyectos han precisado de co-financiaciación por parte de organismos públicos  y privados del Sur y Agencias de Cooperación Internacional al Desarrollo. Entre las que nos han acompañado a lo largo de estos 30 años se encuentran la Comisión Europea, la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional, la AECI, el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y los ayuntamientos de Bilbao, Portugalete, Leioa, Sestao, Barakaldo, Andoain, Basauri, Santurtzi, Madrid y Elche, así como la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.